domingo, 6 de mayo de 2012

“LOLITA” de Vladimir Nabokov.

Acerca de la novela:

 Escribió sus primeras obras literarias en ruso, pero se hizo internacionalmente famoso como un maestro de la novela con su obra escrita en inglés, especialmente su novela Lolita (1955), un retrato de la sociedad estadounidense a través de la metáfora del viaje, en cuyo trama un hombre de mediana edad se enamora y sostiene una relación con una adolescente. Es conocido también por sus significativas contribuciones al estudio de los lepidópteros y por su creación de problemas de ajedrez.
Lolita es una novela del escritor ruso Vladimir Nabokov publicada por primera vez en 1955.
De todas las novelas que escribió Vladimir Nabokov, Lolita aparece como la más completa y fascinante a la vez, y esto por razones variadas. Después de su etapa rusa y su exilio en Berlín (años oscuros en los que trató de ganarse la vida escribiendo y dando clases), Nabokov y su mujer Vera deciden emprender el viaje a Estados Unidos, en donde tiene que hacerse a la nueva vida de un país al que acabará retratando irónicamente en la novela que le dará popularidad y dinero suficiente como para vivir en un hotel suizo los últimos años de su vida.
Como en toda historia, real o ficticia, hubo un origen, que en el caso de esta novela es El hechicero, una novelette en donde un hombre de mediana edad se enamora de una joven en un París de la época. Otras fuentes hablan ahora de un oscuro autor alemán que publicó en esos años una novela corta sobre el mismo tema: la atracción malsana que ejercen las nínfulas. Sea como fuere, Nabokov retomó todo ese material y lo transmutó en una obra de arte, porque Lolita es ante todo un artefacto lingüístico, una proeza verbal, todo un ejemplo de sutileza aderezado con sonoras frases en francés.[cita requerida] A lo largo del libro se puede comprobar que hay varios niveles de lectura, y que al lado del relato erótico está el retrato de una sociedad autocomplaciente y que deviene kitsch; la indiferencia es la forma más refinada de crueldad, como ha señalado Richard Rorty en su obra Contingencia, ironía y solidaridad, capítulo La crueldad en Nabokov.
No sólo trata de las aventuras de un escritor en un tiempo pasado, la personalidad de Humbert se impone enseguida y arrastra consigo todo lo demás. Frente a las novelas posteriores, que adolecen de una recreación demasiado exhaustiva de mundos privados (el ejemplo mayor es Ada o el ardor), frente a la vuelta de tuerca autobiográfica de ¡Mira los arlequines! de su etapa final.
La novela, que fue publicada por una editorial erótica francesa, fue tachada de pornográfica, logró que el director de cine Stanley Kubrick decidiera llevarla al cine, y supuso su éxito definitivo. El guion fue escrito por el propio Nabokov.


Acerca del autor:

Fue el mayor de los hijos de Vladímir Dmítrievich Nabókov y de su mujer Yelena Ivánovna Rukavíshnikova, una familia rica y aristocrática de San Petersburgo, donde se crio durante su infancia y juventud (casa de Nabókov). La familia hablaba en ruso, inglés y francés, por lo que Nabókov fue trilingüe desde muy pequeño. Incluso, por la labor de sus institutrices, aprendió primero el idioma inglés que el ruso.
En 1919 su familia se exilió a Alemania por temor al bolchevismo, y Nabókov ingresó en la Universidad de Cambridge. En 1922 su padre fue asesinado, presuntamente por los nazis.
En 1940 llegó a los Estados Unidos (aunque ya había abandonado la lengua rusa desde 1938), procedente de Francia y huyendo de los horrores de la Segunda Guerra Mundial; su hermano Serguéi moriría en un campo de concentración alemán, en 1944.
Los primeros escritos de Nabókov estaban en ruso, pero alcanzó el reconocimiento internacional en lengua inglesa. Por esta circunstancia ha sido comparado con Joseph Conrad, que era de origen polaco; no obstante, hay quien ve esta comparación como discutible, en tanto que Conrad sólo compuso en inglés, y nunca en su lengua natural, el polaco (el mismo Nabókov rechazaba tal comparación por razones estéticas). Nabókov tradujo muchas de sus obras primerizas al inglés, a veces en colaboración con su hijo Dmitri. Su formación trilingüe tuvo una profunda influencia sobre su arte. Él mismo describía metafóricamente la transición de una lengua a otra como el lento viaje nocturno de un pueblo a otro con tan sólo una vela para iluminarse.
Nabókov es famoso por sus argumentos complejos, sus inteligentes juegos de palabras y su uso de la aliteración. Obtuvo fama y notoriedad con su novela Lolita (1955), que trata de la pasión consumada de un hombre culto con una niña de doce años. Esta y sus otras novelas, especialmente Pálido fuego (1962) y, sobre todo, Ada o el ardor (1969), le proporcionaron un lugar entre los grandes novelistas del siglo XX.
La estatura de Nabókov como crítico literario se basa principalmente en su traducción y comentario en cuatro volúmenes del Eugenio Oneguin de Aleksandr Pushkin. El comentario termina con un apéndice titulado Notes on Prosody, que es altamente valorado.
La traducción de Nabókov fue el tema de una agria polémica con Edmund Wilson y otros críticos, al haber trasladado lo que era una novela en verso en una prosa no rimada.
Las conferencias sobre literatura de Nabókov revelan también sus controvertidas ideas sobre el arte. Creía firmemente que las novelas no deberían buscar lo didáctico, y que los lectores deberían buscar no sólo empatizar con los personajes sino una apreciación estética a través de la atención a los detalles de estilo y estructura. Nabókov detestaba las ideas habituales sobre novela; al hablar sobre el Ulises de James Joyce, por ejemplo, insistía a sus alumnos en que tuviesen a mano un mapa de Dublín para seguir las peripecias de los personajes, antes que hablarles sobre la compleja historia irlandesa que muchos críticos creen ver como esencial para comprender la novela.
Los detractores de Nabókov le reprochan el ser un esteta y su excesiva atención al lenguaje y al detalle antes que al desarrollo del carácter de los personajes.


Bibliografía:


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